¡BRRRR! ¡QUE FRIO!
Con este tiempecito en cuanto llegue a casa abro un pack de QUERIDA CARMEN, lo pongo al fuego y mientras me pongo el pijama y las zapatillas, ya está, a la mesa, una bullabesa calentita y deliciosa.
Los pescadores de la costa que va entre Marsella y Toulon guisaban este caldo con agua de mar, algunas hierbas y los pescados de roca del fondo de sus redes que no tenían salida en la lonja. Ese plato tan elemental llegaría a tierra firme y se convertiría después en manjar de burgueses que lo rebautizaron como bouillabaise marseillaise. Celosos como son de su patrimonio gastronómico, los franceses la patentaron y establecieron los ingredientes mínimos que debe contener el caldo que impregnará el pan o las patatas. Y aquí están casi listos para servir, con suave música francesa de fondo, sabor a sal y aquellos dorados recuerdos de la Costa Azul.
Con este frio, apetece QUERIDA CARMEN, es tan fácil, sin conservantes ni potenciadores de sabor, todo natural.
Búscala en MOMO y ¡que aproveche!.
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